Los coches eléctricos están recibiendo un fuerte impulso en los últimos tiempos, pero existen otras soluciones tecnológicas viables. Se trata, por ejemplo, del empleo de la luz solar como fuente de energía. Un buen ejemplo de ello es el esfuerzo realizado por la alemana Sono Motors para crear el Sion, un prototipo de coche solar viable y con sentido. Un proyecto muy interesante que podría revolucionar el transporte urbano en 2019, cuando se prevé que se lance al mercado.
Se trata de un pequeño monovolumen (4.110 mm de largo, 1.790 mm de ancho y 1.680 mm de alto) con un peso de 1.400 kilos. Lo interesante de este coche es su carrocería que, además de ser aerodinámica y permitir un interior espacioso, ofrece la mayor superficie posible sobre la que instalar células fotovoltaicas; en total 330 para formar una superficie de 7,5 metros cuadrados que reciben luz solar y la convierten en energía para el sistema de propulsión.
El interior del Sion también es muy eficiente. Al no precisar de un túnel de transmisión ni de caja de cambios, este coche eléctrico ofrece espacio para 6 pasajeros pese a sus compactas dimensiones exteriores. El salpicadero también tiene un panel solar y se ha recurrido a la madre naturaleza para depurar el aire del interior. En lugar de los clásicos filtros de papel con carbón activo, el Sion cuenta con un musgo especial para depurar el aire. Según Laurin Hahn, uno de los cofundadores de la empresa, en el Sion se podrá disfrutar de las mismas comodidades que un coche convencional: aire acondicionado, infoentretenimiento, asientos calefactados, conectividad con el teléfono móvil, alarma, airbags, etcétera.
Solo con la energía del sol, generan electricidad diaria suficiente para recorrer hasta 30 kilómetros (en condiciones ideales, claro, con cielos despejados y en verano). Pero su autonomía no es solo esa ya que el Sion también se puede recargar de manera convencional en un enchufe. Su autonomía máxima es de 120 km o 250 km dependiendo de la versión que se elija (con batería de 14 kWh o de 30 kWh) y es capaz de alcanzar los 140 km/h de velocidad punta.
Además, se trata de un proyecto que busca un modelo final asequible. Se estima que su precio de venta será de 16.000 euros, a los que habrá que sumar el pago por la batería (otros 4.000 euros) o su alquiler por una tarifa mensual que todavía no se ha desvelado. El Sion, además, ha sido concebido para ser empleado como plataforma de coche compartido, preparado de serie para que el dueño pueda alquilarlo cuando no lo esté usando. Otro de los atractivos de esta propuesta es que el fabricante pondrá las cosas fáciles a quienes quieran hacer el mantenimiento, tanto particulares como talleres, mediante documentación «hágalo usted mismo» (DIY). Obviamente debería tener unos gastos de mantenimiento muy bajos.
Se trata quizás del pistoletazo de salida de un nuevo mercado de consumo responsable, que abre una nueva línea de investigación y venta de coches solares. La industria del automóvil está viendo cómo nuevos «jugadores» pueden ponerse a producir vehículos sin mastodónticos recursos de ingeniería, las empresas tecnológicas son capaces de meterse en terrenos donde aún no se han atrevido los de siempre. Es pronto para saber si Sono Motors tendrá éxito o será otra decepción, pero si funciona el concepto, vendrán otros detrás de él.